En tema muy aparte, alguien debe intervenir y de paso imponer ejemplares sanciones a los concesionarios de transporte público que incurren en criminales acciones, en este caso los dueños de la línea foránea Transpais, a quienes les vale mísero cacahuate la vida de sus usuarios e igual la de las personas que viajan en vehículos particulares.
Lo anterior ha quedado de manifestó una vez más, luego del terrible accidente suscitado sobre el tramo de la rúa a Zaragoza y como culpable uno de esos operadores a quienes sus patrones obligan a cubrir doble y hasta triple turno, sobre todo en temporadas vacacionales.
En esa ocasión, la unidad de Transpais invadió totalmente el carril de circulación hasta estrellar de frente a una pick up, con saldo de un muerto y cinco lesionados de gravedad, y el culpable, como es costumbre, se retiró del escenario dejando abandonados a los sobrevivientes.
Al propietario de Transpais, ABELARDO OSUNA COBOS, le es indiferente si los choferes no han descansado lo suficiente o se hallan aun bajos los efectos etílicos, pues para él lo importante es acaparar el mayor número de clientela y con ello elevar sus ganancias.
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